viernes, 13 de noviembre de 2009

ACCIÓN DE PROTESTA

Pedimos vuestra colaboración para que las diferentes instituciones comprueben de una forma más evidente la disconformidad que ha generado su pasotismo cultural entre la población. Para ello, proponemos que todo aquel que quiera solidarizarse con Antonio Serrano y con el resto de organizadores de las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro, copien la siguiente carta de protesta (redactada por Germán Vega García-Luengos, Catedrático de la Universidad de Valladolid y Director del festival Olmedo Clásico) y la envíe a las direcciones que se adjuntan al final. ¡Lograremos que los correos de las instituciones se colapsen con nuestras quejas!
¡Salvemos las Jornadas!
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Alba Urban
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Llamo su atención sobre el riesgo de desaparición por el que pasan las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro de Almería, que son, como bien sabe, uno de los festivales anuales más importantes en su género dentro del panorama internacional, tras 26 ediciones celebradas. Es inconcebible la falta de interés de las instituciones –como la que usted representa–, que deberían sentirse obligadas a amparar un proyecto tan ambicioso y fructífero como el que Antonio Serrano y su equipo han hecho posible durante más de un cuarto de siglo, fundamentalmente a base de empeño personal, entusiasmo y competencia.

Cuesta creer que ocurra esto cuando vivimos un tiempo en que el teatro clásico se ha hecho una realidad en la vida cultural española, gracias al buen trabajo desarrollado durante las últimas décadas por parte de diversas personas y entidades, entre las que hay de destacar, de manera indiscutible, a Antonio Serrano y las propias Jornadas de Almería. Hoy los dramaturgos del Siglo de Oro tienen un hueco en las carteleras y han visto proliferar los festivales específicos, para muchos de los cuales el de Almería ha servido de estímulo y de modelo. Es absurdo que esto pueda ocurrir ahora que los vientos son más favorables tanto a los clásicos como al teatro en general, quizá porque empezamos a desear con fuerza que nuestras vidas no sean solo virtuales, sino que haya algo que nos despegue de las pantallas y nos saque de las casas para encontrarnos con los demás, participando en algo que ocurre de verdad.

Almería parece apuntada a lo increíble. Lo era, sin duda, aquella empresa cultural que comenzó hace 26 años, cuando muy pocos apostaban por el teatro clásico español. Se hacía un milagro que las Jornadas pudieran sobrevivir año tras año. Pero llegó un momento en que terminamos por considerarlas definitivamente consolidadas, dispuestas a alcanzar bodas de plata y hasta centenarios. Esto se vivió así de manera especial cuando en el 2008 celebraron el 25 aniversario en medio del alborozo y la adhesión de espectadores, estudiantes, profesionales y especialistas de las artes escénicas, de dentro y fuera de España. Y ahora nos vemos sacudidos por la conciencia de su insoportable levedad, suscitada por la noticia de su posible desaparición. De nuevo resulta increíble, aún más que su surgimiento en la penuria, su absurda extinción en la bonanza.

Nada está perdido definitivamente. Aún es posible que las administraciones implicadas se den cuenta de una vez por todas de la suerte de poder contar con un tesoro cultural de tanta fuerza y proyección internacional, cuando pueblos y ciudades de todas las partes de Europa buscan o inventan productos culturales que les hagan visibles en los medios de comunicación y atraigan visitantes, conscientes de que la industria cultural es una apuesta firme de futuro en las sociedades desarrolladas. Esa conciencia de su importancia debe llevar a asumir la obligación de preservar las Jornadas y hacerlas crecer. Lo que comporta indefectiblemente que se normalice su estatuto legal y económico, mediante la creación de un patronato o una fundación que garantice su supervivencia. En su mano está hacerlo posible.

Por todo ello le pido encarecidamente que se ponga en contacto con el resto de instituciones y entre todas hagan por proteger las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro de Almería. No sigan dándole la espalda a la cultura, no sigan sordos a las exigencias de los ciudadanos. Están a tiempo de rectificar los errores del pasado.

Firma

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Ayuntamiento de Almería

prensa@aytoalmeria.es

Alcalde de Almería: Luis Rogelio Rodríguez-Comendador

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Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería

almeriacultura@gmail.com

Concejala de Cultura: Lola de Haro

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Diputación Almería

gabinetedeprensa@dipalme.org

Presidente de la Diputación: Juan Carlos Usero.

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Área de Cultura de la Diputación Almería

prensacultura@dipalme.org

Diputada de Cultura: Caridad Herrerías

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Universidad de Almería

gprensa@ual.es

Rector: Pedro Molina

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Delegación de Cultura de la Junta en Almería

prensa.dpalmeria.ccul@juntadeandalucia.es

Delegada de Cultura: Yolanda Callejónl

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Otras cartas de protesta y apoyo a las Jornadas

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Carta de César Oliva (Director teatral y Catedrático de la Universidad de Murcia)

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Estimado señor Rodríguez-Comendador:

Como usted sabrá, las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro de Almería son uno de los festivales anuales más importantes en su género dentro del panorama internacional. Según me han informado compañeros y colegas, este acontecimiento cultural de primera líneas puede verse afectado del mal actual de la crisis. De verdad que sería una pena, y una dura ausencia en la programación cultural de la ciudad de Almería. Pienso que en el orden de los recortes presupuestarios no debería verse implicado un Festival como el de Almería. Quiero que sepa que muchos de los participantes desde las primeras ediciones hemos colaborado cuando su director, Antonio Serrano, nos decía que era necesario apretarnos el cinturón. Profesores y compañías hemos luchado por su pervivencia. Sabíamos que en el teatro es muy difícil crear una afición (y Almería la tiene por sus muchos años de Jornadas) y facilísimo perderla. Bastaría una suspensión para que toda una tradición de años se viniera abajo.
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Recuerde que, en 2008, las Jornadas de Almería han celebrado el 25 aniversario, cifra que sólo los grandes festivales consiguen alcanzar, como Almagro o Mérida. Quisiera hacerle ver que cualquier desequilibrio presupuestario en las Jornadas podría afectar de manera irremediable. Creo en la responsabilidad del primer edil de ese Ayuntamiento de Almería, y en su sensibilidad ante unos hechos que, explicados, no admiten ninguna duda. Por eso le escribo a usted, pues espero que transmita al resto de instituciones que apoyan este Festival la preocupación de las gentes del teatro, de la universidad, de la cultura española, para que las Jornadas de Almería sigan como siempre lo han hecho. Sería una magnífica demostración de favor hacia temas que, por desgracia, no son los más restacables en momentos de dificultades económicas como los actuales. Demostración de favor y sensibilidad y también un golpe de efecto para municipios que, en momentos como éste, reducen sus presupuestos por el camino más fácil: proyectos tan débiles y necesitados de cariño como los culturales.

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Muchas gracias por su atención,
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César Oliva
Catedrático de la Universidad de Murcia.

1 comentario:

  1. Estimadas personas,

    Es indispensable mantener vivas las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro de Almería. Pocas naciones del mundo tienen una tradición clásica importante de teatro como España. De esas pocas y afortunadas naciones como Inglaterra, Francia y la Grecia antigua, España sobresale en número de obras. La calidad artística de un Lope de Vega, un Tirso de Molina o un Pedro Calderón de la Barca es equiparable a la de un Shakespeare, un Racine o un Sófocles. No puedo imaginarme a España sin su teatro, como no podría imaginarme a Inglaterra sin Shakespeare o a Francia sin Racine, Corneille o Molière. Francia e Inglaterra apoyan institucionalmente su teatro. España, con una cultura clásica global que se manifestó más allá de sus fronteras geográficas (en América, Asia, África y Europa en su momento de auge), tendría que hacer lo mismo. Es su cultura, su sangre, su identidad vital (nacional e internacional). Es también mi teatro, mi cultura, mi identidad.

    A. Robert Lauer
    Prof. de Español, Universidad de Oklahoma, EEUU

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